jueves, 27 de mayo de 2010

Crónica de un cabeza plana.

The Fratellis - Flathead


http://www.youtube.com/watch?v=Fz2ZDeTYgTs

¡Dolor de cabeza! No lo puedo creer, por cavernícola me pasa. Por tener la cabeza plana. Nuevamente olvide cargar mis pilas para arrancar del terrible universo paralelo que se genera desde el momento en que pongo un pie en la pisadera de la micro (Nótese la tecnología que este pedazo de cavernícola usa, pese a que hoy existen pendrives muy diminutos y que se cargan al conectarlos al PC). My god! Que espectaculo mas deprimente y desesperante. Al menos Fratellis suena en mi cabeza. Siempre que no soy weon y tengo las pilas cargadas la escucho, porque precisamente suena como musica para capear la micro.

Volvamos a mi triste realidad. Me subo a la micro y no miro a nadie porque tengo una gran fobia social, evito la mirada de todos, no dejo que me vean el rostro, y me encuentro con la cara larga del micrero, siempre gordo, grande y malhumorado. Le pago y le muestro el pase escolar, gruñe y me tira las monedas del vuelto en la mano. "Por hoy te salvas maldito gorila, mañana me subiré de malas pulgas y te arrancare ese obeso craneo tuyo y lo pegaré con stick fix en tu trasero sudado". Todos los dias repito la misma amenaza en mi mente, jamás la cumplo, porque simplemente no me da el fisico ni para levantar un pie del micrero. Y luego viene la parte mas terrible del viaje diario a la Universidad, darse vuelta para ver si quedan asientos o si deberas irte parado como estatua urbana, a diferencia que nadie te tira monedas por tu arte, lo haces gratis y no falta quien se rie de ti (o es mi fobia la que me hace creer eso?). Como si fueras un producto novedoso, o como se dice en la cárcel carne fresca, la gente te revisa completo con la mirada, no se para que porque jamás se dignaran a hablarte ni a sonreirte.

Tras acomodarse incomodamente (es imbécil usar el termino acomodarse cuando estamos hablando de micros) comienzo a buscar alguna buena idea par concentrarme en cualquier cosa menos en el presente, ahi en la micro, parado agarrado a un fierro como simio, oliendo una gran variedad de aromas y desaromas. Pero al no contar con mi arma de defensa, mis audifonos, comienza mi martirio. ¿Por donde empezar? No falta el cabro chico llorón, chillón o preguntón o lo que es peor todo junto y mas encima sapo, te miran todo el rato aun si los miras de vuelta para incomodarlos. No falta la persona que habla por celular y tiene tanta confianza de si mismo que habla a toda voz, cosa que todos en la micro sepamos que su vecina se metio con el Josello Soto, que la comida que hace su señora es horrible, que su marido no la pesca, que le gusta el Seba del 3ero B... Y empiezo a revolverme en ese nauseabundo hábitat de gente extraña, desconfiada y egoísta, como las señoras que se sientan en pasillo cuadno vas en ventana, pero cuando te vas a bajar no te dan el permiso completo, solo la mitad porque no se dignan a pararse para dejarte pasar, simplemente corren las piernas y esperan que pases por ahi en una suerte de juego macabro.

Empiezo a echar humo por las orejas cuando veo ese gran edificio azul de Ingeniería de la PUCV. Aprieto desesperadamente el botón del timbre para bajarme (cosa que admiro de la micro porque me hace creer que el bus es una jaula enorme y el chofer es un ratón condicionado a frenar y abrir la puerta al escuchar el chillido del botón) y al tocar el concreto del paradero, me siento aliviado. Meto la mano en la mochila para sacar el celular y ver la hora y siento algo pequeño, cilíndrico y aparentemente de metal. Lo saco y... POR LA MIERDA, LA PILA CARGADA DEL OTRO ESTABA ACÁ...!!!!!

1 comentario:

  1. jajjajaajjaajajja me reiii me rei y me sigo riendooo... y no tanto por el escrito..bueno sii completamente por el escrito, pero no para que pienses que estaba malo..al contrario... es espectacular, MI IMAGINACION VOLO A MIL POR HORAS Y VI TU ROSTRO EL ROSTRO DEL CHOFER Y DE ESA SEÑORA QUE TE DA EL paso hasta la mitad y uno tiene que creerse malabarista para lograr salir a salvo antes que se te pase el paradero. jajaj pero tambien me ha pasado.. lo peor, encontrar asiento y que una persona, GIGANTE para no decir gorda, se sienta a tu lado... y no solo ocupa su asiento sino que tambien el tuyo y tu vas como una especie de plancha pegado a la ventana y a la señora...y sin poder moverte.

    :)

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