miércoles, 4 de junio de 2014

Creador de historias bonitas.

La infancia es la guardería del autoestima. Uno siempre tiene a ser muy seguro de pequeño. a valorarse y por lo mismo cuidarse en muchos ámbitos de la vida. Se dice que los niños son seres humanos asombrosos. Pero que con los años se va perdiendo. Siendo adulto, me doy cuenta de muchas cosas ciertas frente a eso. Ya no disfruto las cosas como antes, hay cosas que me gustan, pero de niño esas mismas cosas te generaban escalofríos, emociones fuertes y mucha adrenalina. Ahora es mas bien un "me gusta". Por lo mismo, si transferimos todo el crecimiento cronológico del humano al amor, entonces tenemos que el amor inicial es un amor lleno de posibilidades diversas, pero que tras diferentes situaciones y a veces fracasos en las relaciones, van disminuyendo dichas posibilidades, y a diferencia de un niño, uno de adulto ya no cuida mucho su autoestima y nos refugiamos en vicios para tolerar el estar en nuestra posición. Si uno inicialmente puede creer que al ser un amor novato, un amor sin mancha, tiene todas las posibilidades de escribir una linda historia de amor, uno cuando crece pierde la capacidad de creer en uno en esa manera. Yo por mi parte, dejé de creer que podía escribir una bonita historia de amor, pues ante tanta interacción tóxica, siempre estaba en una faceta diferente a la que exhibo al estar feliz. Pero hoy, conociéndome más, tras superar muchas penurias y desilusiones, conociendo otras personas que afortunadamente ingresan a mi vida, puedo decir que nuevamente me siento capaz de "escribir una bonita historia de amor". ¿Y tu? ¿Cuándo te decidirás a recuperar la idea que tu puedes ser parte de una historia bonita?