sábado, 4 de agosto de 2012

Comunicación al azul del cielo



 ¿Siempre tengo que acompañar mis entradas del blog con música? Sí, lamentablemente es mi forma de comunicarme. Amo la música, y me gustan muchas canciones y bandas, pero con esta canción tengo una relación de amor y odio. Me encanta porque la melodía es impecable, perfecta, el problema es la letra y el mensaje. Es un día agitado, con miles de ideas y sentimientos en mi cabeza.

Con la duda sobre el mañana y también sobre lo hecho durante toda mi vida hasta este momento. Solo me queda mirar el cielo, despejado tras una noche de lluvia y suspirar.

 El amor no me es esquivo, sino que es travieso. Juega entre mis dedos hasta que se hostiga y emprende vuelo para seguir con su rutina. Solo puedo mirar el cielo y repetir tu nombre.

 Me cuesta encontrar fuerza en mis decisiones, aun si se que son las mejores. Es posible que no tenga realmente esa certeza, pero a veces te sientes empujado al abismo por las circunstancias. Únicamente miro al cielo, esperando borrar recuerdos y pensamientos.

 ¿Si soy feliz? No, pero pretendo aprender a serlo. Quizás no será como antes, quizás no será con esa persona, pero las personas somos adaptativas siendo esto casi un conformismo fatal, pero es lo que queda. Solo me queda mirar el cielo, y soltar mis ilusiones para que se funda con su celeste furioso. Y bueno, también hay nubes, a ellas les declaro mi inocencia.

 ¿Inocencia? Disculpa, no debiste leer eso. Nadie es inocente, ni tampoco nadie es totalmente víctima o victimario. La vida es difícil, lo sé, pero no por eso es mala. Todo lo contrario. Mucha gente ve la vida como una montaña rusa, con altos y bajos pero en cambio yo creo que las personas no somos tan pasivas al recorrer nuestra vida, hay muchos momentos decisivos y actos que guían nuestra vida. Ojo, que esto quiere decir que a veces con actos ya hemos decidido, aun si no estamos de acuerdo con esa decisión. Yo veo la vida mas como la labor de un jardinero, en donde depende mucho de él el estado y crecimiento y belleza de su jardín. Lo malo se debe podar, pero hay que saber diferenciar entre un brote que no tiene esperanzas de un brote que necesita solamente un poco mas de cuidado. El jardinero siempre esta solo en su trabajo, no cuenta ni su asistente, ni quien lo espera en casa ni nada. Es solamente el y la naturaleza. Cada uno, sin discriminar edad ni sexo ni nada, es el responsable de como irá su vida de aquí en adelante y a medida que el jardinero va ganando experiencia, gana una mayor habilidad para reconocer lo que si ayuda al desarrollo de su jardín y lo que no. No te garantizo que el jardín estará algún día perfecto, sin nada que hacer, pero es eso precisamente lo que es para mi el sentido de la vida, un constante labor en preocuparte en crecer como persona, en ser mejor cada día, y eso no implica perfección, sino que desarrollo. Aún así, pese a todo esto, por hoy día sólo me queda mirar el cielo y suspirar.